Mi historia

Florería Florentina se fundó en honor a mi mamá, la mujer más fuerte que conozco. Cuando tenía 11 años, ella abrió su propio pequeño negocio, vendiendo artículos en un modesto puesto dentro de un mercado agrícola. Con el tiempo, y con una determinación increíble, logró expandir ese negocio a un local más grande, creando oportunidades no solo para ella, sino para toda nuestra familia.

A los 13 años, ya trabajaba con ella y aprendí de primera mano lo que significa trabajar duro, ser independiente y nunca rendirse. Siempre me animaba a ser mejor, a superarme y a superarme a mí misma.

Su fuerza provino de mi abuela, quien jugó un papel fundamental en mi crianza hasta los cinco años. Aunque falleció en 2016, su legado sigue guiándonos. Elegí el nombre Florería Florentina en su honor, porque ella fue la base de la ética de trabajo, la resiliencia y la fe de mi madre. Juntas, me enseñaron a soñar en grande y a crear algo significativo, y eso es precisamente lo que representa esta florería.